31.10.10

Netbooks que han llegado a las escuelas técnicas.

En el siguiente video se puede observar una caracterización general de las Netbooks, realizada por Ariel Torres, editor del suplemento de Tecnología del diario La Nación...

23.10.10

El cerebro triuno:tres cerebros en uno.

Tres cerebros en uno, tres estadios evolutivos superpuestos dentro de nuestro cráneo como capas de cebolla. Ha sido muy popular el modelo del "cerebro trino", que propuso el gran neurólogo Paul D. Maulean. Describía este órgano como la combinación de tres que aparecen uno detrás de otro en momentos clave de la evolución. Cada nuevo cerebro recubre al anterior como una cáscara y adquiere funciones más complejas. El emotivo sistema límbico, que incluye la amígdala, sería una novedad surgida en los mamíferos más primitivos y se mantendría prácticamente igual en nuestra especie. Pero, entre otras incorrecciones de la teoría, el sistema límbico es más antiguo de lo que Maulean suponía. Investigaciones recientes han obligado a los científicos a rechazar buena parte de este modelo. Por suerte o por desgracia, el funcionamiento del cerebro está más imbricado.


Podemos distinguir tres partes:

Neocórtex. Propio de lo los mamíferos más evolucionados, es la capa superior. Sería el responsable de las capacidades mentales más complejas.

Sistema límbico que incluye la amígdala, procedería de los primeros mamíferos y sería la fuente de las emociones.

Complejo Reptiliano en la capa más profunda, dispararía los impulsos más primitivos, como la agresión, la huída o el sexo, además de asumir tareas más básicas, como la respiración o el latido cardíaco.
http://www.quo.es/
 

Aportes de la Neuropsicología: Las Funciones Cerebrales del Aprendiendo a Aprender


"La educación, en el tercer milenio, está basada en la concepción de que la persona no tiene límites para el conocer y que el saber tiene múltiples dimensiones de cambio continuo, los que pueden ocurrir durante toda la vida de las personas (Delors J., 1996). Si esto es entendido así, los educadores debieran llegar a provocar en sus estudiantes una facilitación continua de procesos que posibiliten un eficiente aprendizaje a lo largo de la vida por sobre todo otro logro educativo a conquistar. El aprendizaje se transformaría así en un proceso multidimensional, siempre acumulativo, que utiliza lo que ya se conoce, se siente y se sabe hacer para seguir aprendiendo, filtrando y seleccionando la información que ha de transformarse en nuevos saberes, y que –inevitablemente- redistribuirá el “espacio” del saber ya conocido hasta entonces por la persona."

*Por:
RICARDO S. PUEBLA WUTH
Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad de Talca - Chile

12.9.10

Milena Winograd y Sebastián Lipina:¿Por qué es importante que la neurociencia se comunique con la educación?

Presentamos la primera parte de la conversación que mantuvimos con miembros del grupo de investigación en Neurociencia Integrativa de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.


Milena Winograd, doctora en Neurociencias, y Sebastián Lipina, investigador de la Unidad de Neurobiología Aplicada del Cemic-Conicet, nos cuentan sobre un proyecto para chicos que llevarán a cabo, (junto a Mariano Sigman, director del grupo) en escuelas de todo el país y cuyo objetivo es acercar los conocimientos neurobiológicos del aprendizaje al ámbito educativo.

Para ello están diseñando una serie de juegos interactivos de computadora para llevar a las escuelas, con el fin de estimular las capacidades cognitivas de los chicos. Simultáneamente, estos juegos permiten seguir investigando cuáles son las estrategias utilizadas a la hora de aprender, para luego relacionarlas con el desempeño de los chicos en el aula.

En los distintos fragmentos grabados que forman parte de esta nota los investigadores destacan un tema relevante –aunque no simple–, como la relación entre las neurociencias y la educación. Porque cuando se habla de puentes entre estas dos disciplinas es importante entender que detrás de cada una de ellas hay una historia epistemológica, de constructos y de mucha práctica que es necesario considerar a la hora de tomar decisiones.


Milena Winograd se refirió básicamente a las características del proyecto, a lo que tienen de especifico estos juegos diseñados sobre la base de aspectos conceptuales que la neurociencia tiene para aportar a la construcción interdisciplinaria, juegos que son distintos de los juegos clásicos que usan cotidianamente los chicos en sus casas; también explicó por qué usar un recurso tecnológico como la computadora para estas pruebas, y detalló algunos datos de cómo se van representando a nivel cerebral los conceptos numéricos en los chicos hasta llegar a la abstracción: sumar, por ejemplo, en un primer momento equivale a moverse espacialmente de izquierda a derecha usando el área cerebral involucrado con la representación del espacio.
Sebastián Lipina aporta un marco conceptual sobre la importancia del proyecto, definido como una iniciativa complementaria en el ámbito educativo, ámbito en el cual el conocimiento generado por la neurociencia cognitiva del desarrollo puede establecer una sinergia con la construcción de oportunidades de aprendizaje para todos los chicos, de distintos contextos sociales.


Los invitamos a ver y a escuchar estos videos para entender más ampliamente de qué se trata.
1- Video de Milena Winograd
2- Video de Sebastián Lipina

***CRÉDITOS: educ.ar

Jorge Colombo y Sebastián Lipina: La naturaleza plástica del desarrollo cerebral, algunas derivaciones pedagógicas

Partiendo de dos premisas: la naturaleza plástica del desarrollo cerebral, caracterizada por la reorganización permanente de sus componentes y conexiones, y la falta de evidencia científica respecto de la persistencia de los efectos adversos de la deprivación de la estimulación temprana en niños sin historia de trastornos neurológicos y de desarrollo, un grupo de investigación argentino viene desarrollando una experiencia sumamente interesante, y con derivaciones pedagógicas que podrían resultar de mucha importancia en países como el nuestro. La Unidad de Neurobiología Aplicada del Centro de Educación Médica e Investigación Clínica Noberto Quirno(Cemic) se propuso evaluar si una intervención orientada a estimular las habilidades cognitivas de tipo ejecutivo podría mejorar la situación observada en los estudios diagnósticos de los niños provenientes de hogares NBI, es decir; con necesidades básicas insatisfechas, según la caracterización del Instituto Nacional de Estadística y Censos. Ese trabajo dio origen al Módulo de Intervención Cognitiva, dirigido a entrenar a los niños en demandas que involucran procesos básicos cognitivos, como memoria de trabajo, control de interferencias, planificación y uso de reglas.
Los invitamos a acercarse a la génesis de este proyecto, la investigaciones básicas que le dan sustento y las experiencias de campo con que se lo prueba, de la mano del los investigadores Jorge Augusto Colombo y Sebastián Javier Lipina, director y coordinador del Programa de Intervención Escolar respectivamente.

—¿Cómo surge el Programa de Intervención Escolar (PIE) y cuáles son los objetivos que se plantearon?


Jorge A. Colombo:—Entre 1996 y 2001 el grupo de investigación de la Unidad de Neurobiología Aplicada realizó tres estudios experimentales con fines diagnósticos. Se debe dejar en claro desde el comienzo que el objetivo se centraba en el campo de lo que podría denominarse como –privación o presencia de– “estimulación ambiental” y no de privación nutritiva o patologías de la nutrición o neurológicas. Es decir, la población infantil del proyecto estaba compuesta por chicos considerados clínicamente normales. En tales estudios se analizó el desempeño en pruebas cognitivas de poblaciones de chicos de 6 meses a 5 años de edad, pertenecientes a hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) y Necesidades Básicas Satisfechas (NBS), definidas por el Indec. Estas pruebas están asociadas con la activación de la corteza cerebral prefrontal (una región de la corteza del lóbulo frontal). Los resultados mostraron que los chicos de hogares NBI tenían un desempeño que se caracterizaba–comparativamente– por un perfil de más errores perseverativos (es decir, persistían más en el error), y dificultades para inhibir estímulos distractivos y para generar y ejecutar una secuencia de pasos (plan) para lograr resolver los problemas propuestos. Uno de los interrogantes significativos que surgieron del análisis de estos resultados fue si tal efecto era pasible de modificación a partir de una intervención genuina. Esta posibilidad se apoya, por una parte, en la falta de evidencia científica respecto de la persistencia de los efectos adversos de la deprivación de estimulación temprana en poblaciones infantiles sin historia de trastornos neurológicos y de desarrollo. Por otra parte, también se fundamenta en la naturaleza plástica del desarrollo cerebral, caracterizada por la reorganización permanente de sus componentes y conexiones. El PIE. surgió de esa experiencia, como una propuesta para evaluar si una intervención orientada a estimular las habilidades cognitivas de tipo ejecutivo podría mejorar la situación observada en los estudios diagnósticos de los niños provenientes de hogares NBI. También se planteó como objetivo central generar un instrumento de intervención factible de ser utilizado en otros contextos a nivel nacional, a partir de su incorporación a programas de política pública, con las modificaciones pertinentes debidas a diferencias culturales y demográficas.


Sebastián Lipina:—Cabe agregar que entre los objetivos secundarios más relevantes también se planteó la necesidad de incorporar módulos de intervención de carácter interdisciplinario, a fin de actuar a nivel de los diferentes contextos de desarrollo de los niños y valorar la utilidad de diferentes instrumentos de evaluación cognitiva y socio-emocional, además de demográficas.


—Las pruebas han sido tomadas en la escuela. ¿Qué papel juega en la investigación el hecho de que se realice en el ámbito escolar de los niños?

 
Sebastián Lipina:—Desde un punto de vista conceptual, la escuela es un nodo de integración en la red que constituyen los diferentes contextos de desarrollo infantil (hogar, escuela, comunidad). Ello se ajusta a las necesidades de los programas multi-modales como el PIE, que efectúan intervenciones dirigidas a los diferentes contextos de desarrollo. Por otra parte, lo anterior no significa de ninguna manera que la escuela deba satisfacer necesidades del desarrollo correspondientes a otros contextos, a pesar de que los procesos críticos de desorganización social y económica así lo impongan. Esta realidad que deben asumir los actores escolares interactuó con el desarrollo de las actividades del PIE. En ese sentido se produjo un beneficio sinérgico, consistente en que el PIE pudo desarrollar sus actividades centrales mientras satisfacía necesidades de orden sanitario y de capacitación de recursos humanos de los actores escolares. No obstante, algunas actividades planificadas originalmente tuvieron que modificarse porque entraban en conflicto con la disponibilidad de tiempo y espacio, dada la demanda del propio desarrollo curricular de las escuelas. También se produjeron interacciones coordinadas con los diferentes equipos interdisciplinarios dependientes de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que debieron superar conflictos típicos de la inserción de un nuevo componente en la dinámica de trabajo. Desde el punto de vista metodológico, el desarrollo de las actividades en un contexto familiar para niños, docentes y padres constituye una ventaja que permite controlar artefactos y superar obstáculos. La mayor parte de los padres y docentes no podrían consultar a los profesionales del equipo, asistir a reuniones de capacitación o llevar a sus hijos a actividades de estimulación a un centro alejado del distrito o barrio. Ello limitaría significativamente la posibilidad de ensayar propuestas basadas en diseños longitudinales.


—¿En qué consistieron concretamente las pruebas?



Jorge Colombo:—Debemos aclarar que este proyecto fue posible gracias al apoyo de varias instituciones (Fundación Bunge y Born, Fundación Conectar, Unicef, entre otras) y la participación de numerosos colaboradores que realizaron el trabajo de campo y clasificación y análisis de datos. Entre ellos debo mencionar a las licenciadas María Inés Martelli, Beatriz Vuelta, Soledad Segretín, Verónica Cristiani e Irene Injoque Ricle.

 
Sebastián Lipina:—Las actividades de estimulación se efectuaban durante 16 semanas posteriores al receso escolar de invierno, con sesiones de frecuencia semanal. Antes del inicio de las sesiones de estimulación cada niño fue evaluado con una batería diagnóstica a fin de determinar su punto basal de partida. Los instrumentos para estimulación utilizados a partir de ese momento eran aparatos de madera de varillas y pelotas de diferentes colores, tarjetas con dibujos y tableros con botones que al apretarlos encendían luces o producían sonidos. Todos ellos eran semejantes en tipo y forma a juguetes y materiales utilizados por las docentes en las escuelas. Cada instrumento se utilizaba para proponerles a los niños una actividad específica que implicaba lograr un fin (por ejemplo encontrar un muñeco escondido; seleccionar cartas y tarjetas de acuerdo a diferentes criterios; apretar botones de acuerdo a secuencias preestablecidas; u ordenar pelotas de colores en varillas de distintos tamaños de acuerdo a un modelo preestablecido). Cada actividad propuesta se relacionaba con una demanda cognitiva específica (por ejemplo: control inhibitorio, memoria de trabajo, planificación, uso de reglas, etc.). La dificultad de las actividades se modulaba, acrecentándose en la medida en que los niños iban logrando resolver los problemas propuestos. Al finalizar las 16 semanas de estimulación los niños eran nuevamente evaluados con una batería diagnóstica en la que se utilizaban problemas diferentes a los expuestos al inicio y durante el proceso de estimulación. Esta metodología fue diseñada de forma tal de satisfacer las necesidades de cada niño en particular, ya que contempla la variabilidad de las capacidades y desempeños individuales.


—¿Qué involucran los circuitos nerviosos de la región prefrontal en niños de 3 a 5 años?


Jorge Colombo:—El estudio de la asociación entre las regiones prefrontales de la corteza cerebral y el comportamiento tiene ya muchos años de historia. En ello participaron tanto la investigación clínica, neuroquirúrgica y neuropatológica como la investigación experimental en animales. Nuestra visión es que en la ejecución de cualquier comportamiento complejo participan varios circuitos cerebrales –dependiendo del tipo de comportamiento en cuestión–, sea en forma de activación o inhibición. Por ello es que las concepciones localizacionistas necesariamente deben ser restringidas a los aspectos molares de comportamientos complejos, es decir, a sus subcomponentes. En ellos necesariamente se involucran múltiples regiones corticales, desde las unimodales –áreas sensoriales primarias– hasta las multimodales, sea por activación o inhibición, repito. La corteza prefrontal –ubicada en su mayor parte en el polo del lóbulo frontal en los primates– recibe y emite aferencias (mensajes) desde y hacia múltiples áreas corticales y subcorticales. Desde el punto de vista del comportamiento estaría involucrada en ciertos procesamientos fundamentales, básicos, del llamado comportamiento ejecutivo: memoria de trabajo breve, planificación, inhibición de respuestas incorrectas. Por ejemplo, las lesiones en las zonas orbitales se han asociado a trastornos de tipo socio-emocional, mientras que las de las regiones dorsolaterales a trastornos de memoria de corto plazo y perseveración en estrategias erróneas.

 
Sebastián Lipina:—A partir de los años setenta, comenzaron a aparecer estudios que mostraban que la maduración de esta región cerebral se prolongaba mucho más que el resto y no culminaba sino hasta la tercera década de vida, durante la fase de la adolescencia tardía o la adultez temprana. En el campo de la neuropsicología se sostenía (y en algunos círculos se sigue sosteniendo erróneamente) que dada esta inmadurez las funciones ejecutivas, asociadas a esta región cerebral, no debían estudiarse sino hasta el final de la adolescencia. A mediados de la década del ochenta comenzaron a aparecer los primeros estudios comparados entre infantes humanos y no humanos en el ámbito de la neurociencia básica, que daban cuenta de una emergencia temprana de los procesos básicos de memoria de trabajo y control inhibitorio. En los años noventa se observó un aumento significativo tanto de estudios en los que se utilizaban técnicas de imágenes funcionales en niños, como en la administración de diferentes baterías de pruebas ejecutivas a niños de diferentes edades y sociedades del mundo. Ello confirmó la emergencia temprana de formas inmaduras de procesos cognitivos básicos de tipo ejecutivo y patrones de activación cortical, que si bien involucraban preferencialmente a la corteza prefrontal, también lo hacían con otras regiones corticales. Actualmente se ha verificado su participación en procesos cognitivos complejos que incluyen diferentes tipos de control inhibitorio, control atencional, procesamiento de información, memoria de trabajo espacial y objetal, planificación, flexibilidad cognitiva, automonitoreo del comportamiento durante la ejecución de diferentes comportamientos, uso de reglas y modulación de aspectos emocionales durante el aprendizaje de nuevos contenidos.

 
Jorge Colombo:—Entre los 3 y los 5 años, circuitos nerviosos de la corteza prefrontal están involucrados en la emergencia funcional de mecanismos atencionales, de control de interferencias afectivas y representacionales, en la formulación de planes y estrategias de niveles moderados de dificultad, en el sostenimiento de información ambiental para poder resolver problemas con nivel de dificultad bajo y moderado y en las primeras formas de automonitoreo de la conducta. Como puede apreciarse, estas funciones son centrales a lo que podríamos denominar como la emergencia de un comportamiento “inteligente”. Es decir, estos procesamientos son de tipo “universal” y no sujetos a contenidos o códigos culturales. Son importantes para un comportamiento eficaz y ajustado tanto en poblaciones de zonas urbanas como rurales.


—A partir de los resultados positivos del PIE, ustedes plantean la posibilidad de ampliar la proyección de esta investigación para evaluar la conveniencia de implementar programas de estimulación no sólo para niños en condición de pobreza sino para toda la población escolar. ¿Cuáles serían los beneficios sustantivos?

 
Jorge Colombo:—El Módulo de Estimulación Cognitiva del PIE está dirigido a entrenar a los niños en demandas que involucran procesos básicos cognitivos, como memoria de trabajo, control de interferencias, planificación y uso de reglas. Como mencionaba antes, estos procesos participan de todo aprendizaje –tanto formal como informal– durante el desarrollo.

 
Sebastián Lipina:—Ello significa que la apropiación de contenidos curriculares básicos escolares, como por ejemplo de aritmética y lengua, depende entre otros factores, de poder resolver demandas de tipo ejecutivo. El beneficio de estimular estos procesos básicos es, primordialmente, favorecer la apropiación de estos contenidos curriculares, lo que a su vez podría mejorar en parte las condiciones de inserción escolar de los niños.


—¿De qué forma llevarían a cabo esas nuevas pruebas en las escuelas? ¿Se cuenta con los recursos necesarios para ello? ¿Han logrado alguna línea de acción concreta al respecto?

 
Jorge Colombo:—Dependerá del contexto cultural. Si bien la naturaleza de los procesos analizados sugiere su presencia universal, la operatoria de su implementación podría estar afectada por perfiles culturales regionales. Por ello es que, fuera de contextos urbanos como los estudiados, los programas como el PIE requerirían inicialmente la ejecución de estudios diagnósticos previos, para identificar perfiles y necesidades tanto sanitarios como de desempeño cognitivo. Dependiendo de los recursos humanos disponibles ello podría resolverse en un período relativamente breve del año escolar. A partir de la obtención de esa información sería posible diseñar una estrategia de intervención ajustada a las características de esas comunidades. Por otro lado, si se tratara de poblaciones con características urbanas, creo que la experiencia adquirida permitiría implementar con rapidez una estrategia de intervención. En el año 2003 nuestro grupo inició un estudio de este tipo, financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, con niños de edad escolar. Este estudio se desarrolla actualmente en el mismo distrito escolar en el que efectuamos los estudios diagnósticos previos con población preescolar, y en el que actualmente se desarrolla el PIE.

—Existe hoy una apertura hacia la neurobiología por parte de los educadores y viceversa. ¿Cómo influye el conocimiento del cerebro en la educación? ¿En qué medida creen que este entrecruzamiento transformará los conceptos de enseñanza y del aprendizaje en las próximas generaciones?


Jorge Colombo:—Esa apertura que usted menciona estaba preanunciada por los significativos adelantos en el conocimiento del funcionamiento cerebral a nivel clínico y experimental y en su análisis funcional con procedimientos de imágenes. Esta “presión cultural” desde la neurociencia creo que ha permeado varios ámbitos académicos tradicionalmente “resistentes” a introducir el cerebro biológico en el marco del análisis de las actividades mentales. La noción de que los procesos mentales responden a cambios electroquímicos del sustrato biológico, representado por una constelación de unidades interactivas generadoras de representaciones del mundo exterior e interior, permitirá acceder a su optimización en forma más realista. Ello en la medida que progresivamente se caractericen con mayor justeza las características dinámicas de los circuitos nerviosos involucrados y su dependencia de factores genéticos, nutricionales, ambientales (en toda su complejidad) y emocionales. En lo pedagógico, desde lo sensorial y perceptivo se desarrollarán juegos “inteligentes” adaptados a distintos componentes del comportamiento y a distintos estadios del desarrollo, tendiendo a un “menú” individualizado, para lo cual se requerirán recursos humanos capacitados. En lo que hace a políticas públicas, la presión desde la neurociencia pondrá cada vez más al descubierto la responsabilidad de funcionarios y políticos en las condiciones para el desarrollo humano, de sus capacidades mentales y del futuro de las comunidades humanas.

—¿Qué aspectos de las neurociencias o la neurobiología sugerirían que se tomaran en cuenta a la hora de planificar un programa de actualización docente?


Jorge Colombo:—Debería elaborarse un curso adaptado a los fines de actualización docente, en el que se dieran las bases de la estructura y funcionamiento nerviosos (nociones de neuroanatomía general, nociones de neurohistología funcional centrada en el concepto de circuitos nerviosos, nociones de neuroimágenes funcionales, nociones sobre la distribución de los centros funcionales del sistema nervioso y sus mediadores químicos) con el fin de poner énfasis luego sobre el desarrollo del sistema nervioso y su relación con comportamientos simples y complejos, y sobre el sistema nervioso y lenguaje, memoria y aprendizaje. Esto podría desarrollarse en un periodo de un año, con clases semanales.


Sebastián Lipina: —Sería importante tener en cuenta además, la necesidad de incorporar una fase de articulación pedagógica entre los contenidos de un programa de actualización docente y la realidad de trabajo docente.

Fecha: marzo de 2004
Fuente: educ.ar

Proyecto Mate Marote

Mariano Sigman, es el director del grupo de investigación en Neurociencia Integrativa de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Un laboratorio que estudia cómo funciona el pensamiento.

Estos saberes, combinados con las nuevas tecnologías, permiten medir cada vez más puntos del cerebro y abren un panorama de posibles cambios de nuestra existencia.


Mariano Sigman se licenció en Física en la Universidad de Buenos Aires, e inició una prolífica carrera por distintos lugares y ramas de la ciencia. Se doctoró en Neurociencias en Nueva York, y trabajó como investigador en Ciencias Cognitivas en París, además se ocupó de divulgación científica, como lo demuestra en su libro El breve lapso entre el huevo y la gallina. Hoy, y luego de todas sus experiencias en el extranjero, es profesor del Departamento de Física de la UBA e investigador del Conicet.
 *Fuente: educ.ar

29.8.10

♫♪ Hacer música con las nuevas tecnologías ♫♪

 
Podemos darle la oportunidad a nuestros alumnos de probar, jugar y crear con música digital, experimentando con diferentes instrumentos, como los que siguen a continuación.

 Si tenemos la suerte de tener en la escuela una computadora para cada alumno o un laboratorio de computación, se podrían organizar orquestas por equipos y crear melodías...


Hacer click en:
Diversos instrumentos

Para tocar este instrumento sólo hay que usar el número 1 y 2 del teclado numérico:
Bongos

En un mismo intrumento (como los modernos teclados) y usando las teclas centrales: piano, órgano, etc. Les apasionará la guitarra eléctrica (guitar).
Un sonido espectacular. Te indica qué teclas de tu teclado tienes que tocar: Piano












Guitarra

Aquí pueden colocar los tonos y luego escuchar (STRUM); grabar (SAVE) y luego escuchar las creaciones (MY CHORDS): Guitarra

Cicus: Flauta de pan


Bateria                                     


Con sólo pasar el mouse sobre la imagen, suena: Bateria

El cursor se transforma en palillo para tocar esta Bateria





4.2.10

Indicadores de calidad

¿Se puede ponderar la calidad de las publicaciones en la web?.

Cuando buscamos información en la red es pertinente tener presentes algunos criterios o indicadores que nos permitan evaluar la confiabilidad o no de la misma, al mismo tiempo que ahondar en el conocimiento de los elementos que conforman la comunicación en la web.

En el siguiente artículo la periodista Gloria Gómez Diago, desde una perspectiva comunicacional, presenta una serie de criterios fruto de una profunda investigación.
Resumen (incluido en el texto original)
Internet agiliza el diseño de la comunicación y su consumo. Quizás por esto bibliotecas, asociaciones y profesionales publican en la red textos o documentos web que recogen criterios para evaluar la calidad de la comunicación web.
En el presente texto identifico y defino tres criterios para evaluar la capacidad de los documentos web para satisfacer necesidades informativas de los usuarios.
El propósito es proporcionar indicadores (extraídos de listas de evaluación publicadas en internet) que nos muestren algunos de los elementos comunicativos que se están considerando para medir la calidad informativa de los websites.
Palabras clave: Comunicación, Internet, consumo, calidad de la información.


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